Si, soy yo

Si Franchute soy yo el que escribe en este blog, el mismo Nachoto que vos conoces, y esta es la prueba, de hecho.

La maldicion de las asaderas

No se si esto me pasa solo a mi, pero cada vez me resulta mas dificil, si no imposible, encontrar tapas de tortas que sirvan para las asaderas que tengo, algunas quedan chicas y otras grandes, pero ninguna calza perfecto.
Hace tanto tiempo que me pasa esto que ya ni recuerdo si alguna vez existieron tapas que sirvieran para mis asaderas.
Lo unico que me falta es ir al super munido de mis asaderas y probar que marca de tapas les va bien, como quien va a probarse zapatos.
Me podran decir que me podria amasar mis propias tapas "a medida", pero el hecho con esto es que me gustan las tapas compradas, punto, soy un consumista que se le va a hacer.

Incluso ultimamente he elucubrado teorias conspirativas a cerca de este fenomeno, por ejemplo, he llegado a creer que los dueños de las fabricas de asaderas son los mismo que de las fabricas de tapas, y que cada tanto, cambian el tamaño de las tapas para forzarnos a comprar nuevas asaderas, muy loco, pero quien te dice, en este mundo globalizado nunca se sabe.

Uruguay la fea

Nuestra querida República Oriental del Uruguay es la nueva fea del panorama mundial, pero de esas feas que empiezan milagrosamente a quedar lindas luego de que -milagrosamente- importantes atributos de belleza empiezan a surgir y ser cada vez más notorios.

¿A qué viene todo esto? Bueno, bien es sabido que nuestro territorio nacional no fue bendecido con recursos naturales dignos de ser explotados por corporaciones internacionales, pero como es de público conocimiento, sendos yacimientos de gas natural (y muy probablemente de oro negro también) han sido descubiertos en los últimos días (nota de la BBC)

Esto del gas natural y el petróleo nos convierte en una fea linda de la noche a la mañana, antes nadie se nos quería arrimar, solamente los leñadores nórdicos pusieron los ojos en nosotros, pero nunca un francés, un holandés, un español o un estadounidense, esos ni bola nos daban, pero ahora que nos sacamos los lentes culo de botella y que dejamos de usar la ortodoncia fija ya nos empiezan a mirar distinto, nos ven como un objeto de deseo, algo para poseer.
Y nosotros chochos de la vida, quién te dice, capaz cambiamos un hediondo leñador finlandés por un francés perfumadito, eh, quién te dice que nuestros más bajos deseos de ser poseidos por los más lindos y populares actores de la economía mundial se haga realidad.
Yo no veo la hora de que esto pase.